¿Tendremos el fenómeno La Niña 2026?

¿Tendremos el fenómeno La Niña 2026?

El fenómeno La Niña 2026 tendrá un papel decisivo en la producción agroindustrial del Perú, con efectos diferenciados entre la sierra y la costa norte del país. Se espera un evento débil o fronterizo que provocará un enfriamiento anómalo de las aguas del Pacífico central, con impactos cruciales para la agricultura en ambas regiones.

Impacto en la sierra peruana

Durante el verano 2026, La Niña intensificará las lluvias en los tercios sur y central de la sierra peruana. Este aumento de precipitaciones fortalecerá los reservorios naturales de agua en las zonas altoandinas, fundamentales para el riego agrícola y el consumo humano en los meses posteriores, beneficiando cultivos como la papa, el maíz y granos andinos. Sin embargo, también aumentará el riesgo de deslizamientos e inundaciones, especialmente en áreas vulnerables, lo que podría afectar la infraestructura y logística agrícola. Por tanto, será esencial contar con una adecuada gestión hídrica y prevención de desastres para proteger la producción.

Condiciones en la costa norte del Perú

En contraste con la sierra, el fenómeno La Niña 2026 traerá condiciones más secas y temperaturas mínimas inferiores a lo normal en la costa norte, regiones como Piura, Lambayeque y La Libertad. Según el SENAMHI y el ENFEN, la disponibilidad de agua en esta zona será limitada debido a la reducción de lluvias y al estrés hídrico, afectando cultivos que dependen del riego como el arroz, la papa y hortalizas. Se prevé que el arroz podría mantenerse relativamente estable gracias a su manejo en regadío, pero otros cultivos enfrentarán mayores desafíos productivos por la falta de agua y las bajas temperaturas que afectan la floración y crecimiento.

Repercusiones para la agroindustria

El fenómeno obliga a la agroindustria nacional a implementar estrategias adaptativas que mitiguen los riesgos y aprovechen las oportunidades que se manifiestan en diferentes zonas del país. En la costa norte, será fundamental optimizar el uso de recursos hídricos, implementar tecnologías de riego eficiente y seleccionar variedades de cultivos resistentes a la sequía y al frío. En la sierra, además de aprovechar el aumento hídrico, se debe fortalecer la infraestructura para prevenir daños por lluvias intensas. La coordinación entre organismos científicos, gobiernos regionales y productores es clave para minimizar las pérdidas económicas y proteger la seguridad alimentaria del país.

Monitoreo y preparación

La vigilancia continua del ENFEN y SENAMHI es crucial para anticipar variaciones climáticas y apoyar la toma de decisiones informadas en la agroindustria peruana. Las condiciones normales proyectadas para el litoral peruano durante el verano 2026 permitirán concentrar esfuerzos en la gestión de riesgos en la costa norte y la sierra, donde el impacto de La Niña será más marcado. Prepararse con anticipación es indispensable para garantizar la sostenibilidad y productividad del sector agrícola en medio de estos desafíos climáticos.

Fuente: Infobae

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