La diversificación varietal de mandarinas es una estrategia clave para que Perú mantenga y consolide su crecimiento en el mercado internacional de cítricos. Perú se ha posicionado como el principal exportador de mandarina en Sudamérica y uno de los líderes mundiales, apoyándose en un modelo competitivo basado en calidad, trazabilidad y certificaciones reconocidas internacionalmente.
En 2024, Perú alcanzó récords históricos con más de 237,000 toneladas exportadas y un valor superior a los 317 millones de dólares, gracias a variedades híbridas tardías como Murcott, Tango, Orri y Nadorcott, que representan aproximadamente el 87% del total de las exportaciones. Esta diversificación varietal de mandarinas ha permitido extender la ventana de cosecha desde abril hasta noviembre, posicionando a Perú de manera estratégica en momentos donde otros productores globales no tienen oferta significativa.
Pese a los avances, existen retos estructurales que podrían afectar la sostenibilidad del crecimiento exportador, entre ellos la escasez de nuevas plantaciones desde el 2020 y los costos logísticos elevados que afectan la competitividad, especialmente ante mercados como Marruecos y California. Además, la presencia de plagas como el greening (HLB) y el impacto del cambio climático afectan la calidad y estabilidad de la producción.
Nuevas variedades patentadas que amplían la ventana comercial en los meses críticos de abril y mayo representan oportunidades claras para la industria. El mercado asiático se presenta como el principal destino potencial, y la puesta en marcha del puerto de Chancay facilitará la reducción de tiempos de tránsito, mejorando la calidad de la fruta a su llegada y favoreciendo la penetración en ese mercado. Además, Japón está evaluando la certificación fitosanitaria de ciertas variedades, lo que abrirá más puertas para las mandarinas peruanas.
Para sostener el crecimiento anual proyectado del 10% al 15%, Perú debe invertir en la diversificación varietal y mejorar la estabilidad jurídica que incentive nuevas plantaciones. La consolidación en nichos de mayor valor mediante la diversificación varietal de mandarinas y la especialización técnica será fundamental para mantener el liderazgo en calidad y competitividad regional y global.
Fuente: AgroPerú